A cada cerveza, su cristalería

Con la cerveza pasa como con el vino o el cava: para disfrutarla no sirve cualquier vaso o copa. Necesita una cristalería especial. Y, aunque en nuestro país hemos tardado mucho tiempo en darnos cuenta de ello, parece que las cosas están cambiando. Ahora no sólo entendemos la cerveza como una bebida llena de matices y texturas, sino que además asumimos que para apreciarla es necesario servirla en un recipiente que realce su sabor, su aroma y su cuerpo, que nos permita observarla antes de degustarla y que haga posible que la espuma sobrepase unos centímetros y nos deleite con su aroma. La irrupción de los Irish Pubs ha tenido mucho que ver en este cambio de mentalidad. También, la aparición de maestros artesanos que, en su búsqueda de nuevos sabores, han apostado por ingredientes y procesos nada convencionales y por el diseño de cristalería acorde con las características de cada una de sus creaciones. Y, claro está, la aparición de locales especializados en este tipo de bebidas. En ellos, podemos disfrutar de cervezas de diferente intensidad, aroma y nacionalidad y, además, hacerlo en la copa o jarra indicada. ¿Queréis saber qué cristalería debemos utilizar en función de cada tipo de cerveza? Os presentamos las más icónicas.

• Cáliz. Son copas anchas, grandes y de paredes gruesas, como las que se utilizan en las misas para servir el vino. Pero estas, a diferencia de las que vemos en los recintos eclesiásticos, no están elaboradas en metal, sino en cristal. Se utilizan para degustar cervezas de sabor intenso como pueden ser las ales belgas, las de abadía o las trapenses.
• Copa de cardo. Llamada así por la flor de la que toma nombre: la de cardo. Su origen, como el de la cerveza que suele albergar en su interior, es escocés.
• Oversized. Muy parecida a la cáliz, esta copa suele utilizarse para beber cervezas tipo abadía o trapenses. Ayudan a crear aroma y a liberarlo.
• Jarras. Estas jarras, a diferencia de las Stein, están elaboradas en vidrio y pueden ser lisas o con relieve. Son perfectas para degustar las ales inglesas y escocesas.
• Pilsner. De tamaño menor al de una pinta y de forma cónica como este vaso de origen inglés, se utiliza para degustar cervezas ligeras y cristalinas estilo lager o Pilsen. Ayuda a mantener la espuma y a conservar el sabor y aroma de esta bebida.
• Pinta. Como en el caso del Pilsner, este vaso adquiere la forma de un cono que se estrecha un poco en la parte superior. Una característica que lo hace perfecto para retener la espuma de las ales inglesas, la Porter o la Stout.
• Snifter. Utilizada también para degustar brandy o coñac, esta copa con forma de globo es perfecta para retener y potenciar aromas de cervezas con cuerpo y de alta graduación.
• Stein. Junto a la de cristal, esta es una de las jarras más típicas de Alemania. Está elaborada con gres o porcelana, un material que la hace perfecta para su uso en los meses de verano, ya que ayuda a mantener la cerveza fría a pesar de las altas temperaturas. Otra de las señas características de este tipo de recipiente es su decoración: muchas veces, con relieves y pintadas. Las cervezas larger tipo Viena, Munich o Bock suelen servirse en estos vasos.
• Stange. Vaso de tubo de origen alemán que se suele utilizar para servir cervezas tipo larger o Pilsen.
• Tulipa. El nombre de este vaso no es baladí. Se lo debe a su forma, similar a un tulipán y que la hace perfecta para degustar cervezas de sabor fuerte y alta graduación y evitar que estas se calienten con rapidez.
• Weizen. Este vaso, originario de Alemania, es estrecho en su base y ligeramente ancho en su parte superior. Su nombre –weizen significa trigo en castellano- es un adelanto del tipo de cerveza que suele contener: la de trigo, de espuma abundante y color dorado.